LECCIONES DE MONTAÑA EN PICOS DE EUROPA
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El otoño empieza a hacer acto de presencia en nuestras montañas y con él, los bosques empiezan a cambiar sus tonos verdes por los rojizos. Una de las zonas más mágicas para observar esta metamorfosis son los magníficos hayedos de Picos de Europa. Nos hemos adentrado en la zona de Valdeón con el propósito de ascender algunos de los dosmiles del macizo occidental que todavía teníamos pendientes, como es el caso de la Torre de las Arestas o las Torres Pardas. Son montañas poco frecuentadas, seguramente por su proximidad respecto de otras mucho más emblemáticas, pero no menos bellas que otras. No obstante, el hecho de que raramente se asciendan hace que los itinerarios no sean fáciles de localizar ni en las guías de montaña, ni -en ocasiones- sobre el propio terreno
No obstante, en esta ocasión hemos contado con el privilegio de tener a nuestro lado a la persona que, con toda seguridad, mejor conoce esta zona. Quien ha disfrutado en estas montañas de la compañia de Isidoro Rodríguez, sabe que, junto a él, no sólo tienes la seguridad que te otorga el estar con quien ha recorrido cientos de veces cada horcada, collado, hoyo, cima o rincón de Picos de Europa, sino que además puedes gozar inmensamente simplemente escuchando todo lo que sólo el es capaz de transmitirte. Además del propio Isidoro hoy nos han acompañado también nuestra infatigable María y otro buen amigo, el zamorano Martín Ramos, con quien no habíamos tenido la oportunidad de salir al monte después de su expedición de este verano al K2.
Por lo demás, el día ha sido duro para nuestras desentrenados cuádriceps por el intenso desnivel acumulado. Hemos ascendido desde Posada de Valdeón por el Horcado de Pambuches, para ascender a la cima más alta de las tres Torres de Arestas. Una bonita escalada de un sólo largo, más delicada -por la cantidad de piedras sueltas- que difícil, nos ha llevado a esta poco frecuentada cima. Luego hemos atravesado por debajo de la vertiente norte de las Torres Ciega y de Hita, para ascender a las cimas de las Torres Pardas, saliendo hacia el sur por todo el cresterío hasta la modesta cima del Pardo Pescuezo. El descenso por el Sedo del Gato hasta Soto de Valdeón ha rematado esta bonita y disfrutona jornada por el macizo occidental de Picos.